Mostrando entradas con la etiqueta Bakemono. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bakemono. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de abril de 2011

Tool

Este blog no es igual que el otro... no es igual escribir en este a como lo era en el anterior. Es aburrido, tedioso... además no he tenido computadora. No sé... últimamente me he sentido muerta, siento que sólo soy una herramienta para todos. Me llaman nada más cuando me necesitan... eso me enferma. Cuando yo los necesito no están ahí. Pero ya no importa... soy bakemono después de todo. No debería dejarme utilizar por los demás de esa manera, ni siquiera debería de afectarme. Pero aún no encuentro la inmutabilidad, creo tardaré un poco encontrándola. Me siento tan inutil... siento que no soy nadie y odio sentirme así. De alguna manera todo me da miedo y también detesto tener ese sentimiento. No debo depender de los demás de ninguna forma, al mismo tiempo es como si todos estuvieran lejos de mí. No sé qué me pasa... yo ya estaba acostumbrada a la soledad. Mi papá me dejaba sola en casa, yo estaba sola en el colegio y casi sola en la universidad... no sé qué sucede.

Por otro lado, creo que ya dejé mi fobia por los tiburones a un lado... o eso espero. He empezado a hacer natación en el gimnasio de nuevo... me gustó, siempre me ha gustado nadar. Cuando era pequeña disfrutaba mucho de las piscinas y el mar... simplemente vi la película de "Jaws" un día y el gusto por el agua se me fue. Pero ahora me imagino a mí siendo un tiburón, eso me ha ayudado a no tener miedo al meterme al agua. Y sigo siendo miedosa con ciertas cosas, pero al menos ya toqué una serpiente viva... ya puedo meterme al agua sin tener temor... y al ver una película de terror en la noche ya no me duermo con miedo. Sin embargo, me veo... y me siento tan patética. Debo amarme a mí misma, pero no lo consigo últimamente. Siento como si algo se estuviera rompiendo adentro de mí y debo evitarlo... porque no puedo romperme.

Una amiga de mi madre me dijo que qué bueno que estuviera con ella. Me dijo que no me fuera, que la aguantara lo más que pudiera. Pero no se trata de eso... yo sé que ella se puede cuidar sola. ¿Por qué todos esperan que yo piense en los demás? ¿Y yo qué? ¿No cuentan mis sentimientos? ¡Estoy harta de eso! ¡Mis sentimientos sí que valen y cuentan! ¡Yo soy una persona individual con pensamientos y sentimientos! ¡¿Por qué no pueden respetar eso?! ¡¡Ya estoy hastiada de ser una vil herramienta para todos!! Eso ya se acabó... no dejaré que se aprovechen de mi bondad.


miércoles, 19 de enero de 2011

Stories

Cada vez que hago una entrada nueva es como si otro ser adentro de mí tomara el control. ¿Por qué lo digo? Pues porque realmente nunca me acuerdo sobre qué escribí hasta que lo leo una segunda vez. Es increíble, pero cierto. Quizá es porque precisamente mis escritos son tan espontáneos, no sabría decirlo con claridad. Es bastante cómodo, pero al mismo tiempo triste, que nadie se pase a leer mi blog. Ni siquiera he puesto un shoutbox para las visitas, pero asumo que cuando se me venga en gana lo voy a poner.

Me gusta escribir historias, pero no sé simplemente a veces no tengo mucha inspiración para hacerlas... tal vez por temor a que nadie las lea, tal vez porque no sé por dónde empezar... tal vez... tal vez y sólo tal vez. Debería de estar escribiendo mi historia para la Revista Ñ, pero ya encontraré el tiempo y el momento para hacerlo. Este domingo hay reunión y debo ir... en parte tengo ganas y en parte no... esa clase de cosas me ponen un tanto nerviosa. Aunque eso no es digno de un mangaka... es deshonroso... así que intentaré controlarme un poco más.

Mi cerebro está tan lleno de ideas que incluso se confunde a sí mismo. Está saturado, pero es porque yo lo quise así. Ese bloqueo mental es el que me impide crear una trama más elaborada en las historias. Aunque a mi historia pasada sí le puse bastante empeño y al parecer mucha gente no la entendió. Pero en fin, no puedo esperar que a todos les guste... es casi imposible.

lunes, 17 de enero de 2011

viernes, 14 de enero de 2011

Stray Wolf

Ya empezamos un nuevo año, pero eso no significa que mis entradas dejarán de ser tan espontáneas como lo solían ser. Sólo sé que quiero escribir algo, pero verdaderamente no sé sobre qué. Podría plasmar aquí sobre lo que tratará mi siguiente historia para la Revista Ñ, pero no tengo ganas. Lo único que sé es que espero poder participar en la siguiente edición; haré todo lo que esté a mi alcance para poder lograrlo.

Me hice un nuevo corte de cabello, Remi pensó que era una peluca... eso fue gracioso. Mi pelo ahora está cortísimo, pero no me molesta sino que al contrario... me siento fresca. Me siento más "yo"y por lo menos para mí eso es muy importante. No puedo vivir si realmente no estoy siendo "yo". Ser "yo" implica muchas cosas... implica que soy una bakemono (monstruo) y por lo tanto... no soy compatible con la mayoría de humanos. No sé hacia dónde me llevará la vida, pero tampoco puedo dejarme arrastrar por doquier.

Hace mucho tiempo yo disfrutaba ver anime, ahora ya no estoy tan segura de disfrutarlo tanto. De hecho ya casi no disfruto nada... me he amargado mucho inevitablemente. Pero he yo aquí... diciendo esa palabra nuevamente... "inevitable"... qué excusa más mala. Simplemente uno deja que las cosas pasen por su propio gusto en la mayoría de ocasiones, pero no queremos detenerlo. No soy alguien que se rinda tan fácilmente, pero sí me voy desgastando poco a poco.

Yo ya no soy un ser que busque el paraíso (Rakuen) porque es inútil... nunca lo encontraré estando en el estado que estoy. Cuando todo adentro de mí o la mayoría de mí esté estable, ahí... justo en ese momento es en el que voy a encontrar ese paraíso, pero mientras tanto sencillamente soy un stray wolf.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Bakemono

  A veces siento que no soy nadie en esta vida... sí tengo mala autoestima muchas veces. Mi madre dice que mi padre destruyó mi vida porque siempre me decía que soy una inútil, me lo decía casi todos los días; también me decía que no le agradaba mi personalidad porque según él no tengo carácter. Tal vez por eso la mayoría del tiempo me siento como si valiera nada, pero culparlo a él sería sólo una excusa de mi parte. Casi siempre siento que no le agrado a muchas personas... sí no soy moneda de oro para caerle bien a todo mundo, pero eso como si hubieran más que quisieran hacerme daño a los que realmente me quieren. No entiendo por qué hay gente que me envidia... no creo que tener nada envidiable sinceramente. Pero simplemente, quizá, sea otras de las circunstancias y consecuencias de ser Bakemono.

  Yo tengo diversas personalidades porque son como máscaras que he creado para ignorar ciertas cosas. Sucede que mi verdadero ser es demasiado sensible y casi cualquier cosa puede lastimarme. Por eso esas máscaras existen... para obviar ese dolor que siento y que me tortura constantemente. La vida que llevo es muy cansada, no por el trabajo sino por el simple hecho de existir porque todo a mi alrededor me agobia en una forma inimaginable para muchos. Lo que más me duele es el dolor ajeno, el pensar que alguien esté sufriendo... el pensar que algún ser está siendo lastimado por otro mucho más cruel. Sólo concebir la idea de que algo malo le pasará a un animal me hace llorar antes de que me dé cuenta de que estoy llorando... no puedo evitarlo por más que quisiera.

  Mucha gente podrá criticar mi favoritismo por los animales, pero ellos y los niños no tienen culpa de nada. Es cierto... los niños pueden llegar a ser muy crueles, pero es a causa de los adultos... si no ellos no sabrían lo que es la malicia. En resumen... yo puedo sollozar por el dolor de alguien más, pero mis máscaras no me lo permiten. La mayoría me teme porque soy muy seria y es cosa que ha sido así desde que soy niña, por alguna razón me veo enojada... y sí lo soy si me tratan mal o si de alguna forma se ganan mi desconfianza. Pero detrás de todo eso sólo hay alguien que no le desea el mal a nadie por más que pueda decir que sí. Los bakemono podemos ser muy crueles, pero sólo para ocultar nuestras vulnerabilidades... nuestra compasión... nuestra empatía... nuestra sensibilidad.

Detrás de todas esas máscaras... es como si bajo un atuendo de bestia se escondiera un caballero cordial, amable, dadivoso...